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domingo, 17 de abril de 2005

¿Qué ocurre con nuestro patrimonio?

Intervención en cubiertas de la Catedral de Jaén  


El otro día, paseando por la Carrera y cuando estaba a la altura de la Diputación, decidí regalarme un momento de sosiego, de goce estético. Como siempre hago cuando paso por allí pensé, con regocijo, contemplar y admirar un edificio que, como todas las cosas bellas, no cansa nunca: la Catedral. La vista recorrió, pausadamente, la portada neoclásica del Sagrario, continuó por las molduras góticas recreándose en la belleza y proporciones de la fábrica de piedra. La mirada iba ascendiendo por los contrafuertes buscando y recordando el tantas veces admirado cuerpo renacentista superior, cuando de repente y con horror, tropezó con unas desconocidas y ostentosas buhardillas. A la Catedral le habían nacido unas nuevas buhardillas que, dignas de un cortijo de sierra, habían aparecido en la Catedral como dientes de oro en la dentadura de un nuevo rico. 

sábado, 3 de julio de 2004

Países, paisajes y paisanajes

Úbeda y Baeza, Patrimonio de la Humanidad

Vista de Úbeda y Baeza por Antón van der Wyngaerde, 1567
La declaración de Úbeda y Baeza como Patrimonio de la Humanidad fue recibida, hace un año, como un premio otorgado a los actuales habitantes de ambas ciudades gracias al trabajo realizado durante siglos por sus antepasados. El resultado de esa lenta y pausada labor, conservada y mantenida de forma excepcional, es la herencia merecedora de tal distinción. Los días posteriores a la declaración las palabras que más se oían eran: publicidad, turismo y dinero, es decir, el premio o rentabilidad de la herencia sería la llegada masiva de recursos externos por algo que ya estaba hecho. Una vez ingresados en el selecto club de los treinta y nueve lugares patrimonio mundial de España sólo había que sentarse y esperar a que llegaran los visitantes para disfrutar de una escena dispuesta durante siglos, precedida con el cartel anunciador de la declaración de la UNESCO.