viernes, 28 de julio de 2000

Paisajes, Redes, Comunicaciones

II Taller Internacional de Arquitectura_UNIA Baeza


Hay un grupo de personas con tendencia a viajar de forma compulsiva. Según Douglas Coupland tienen el síndrome terminal del viajero. Son incapaces de sentirse enraizadas en ningún ambiente, se mueven constantemente en espera de encontrar un sentido de vida comunitario. Lo hacen trabajando por un tiempo limitado, a menudo un año y sin informar de sus intenciones a quienes los contratan. Su objetivo es conseguir dinero para dedicarse a una actividad más personal que les de sentido a sus vidas. Tienden a mantener conversaciones telefónicas caras, sin futuro y en las fiestas suelen hablar de tarifas aéreas actualizadas.

El autor canadiense nos describe en Generación X, una de las características de la sociedad actual: la movilidad. Con las comunicaciones hay una incesante actividad, un constante movimiento que paradójicamente acaba disolviéndose en una parálisis. Nuestra civilización, a veces, parece girar en torno al vacío que ella misma ha generado.

A pesar de éste frenético movimiento, la gente ya no se encuentra en las calles, en las plazas, en los espacios de relación que había tan sólo hace cincuenta años. Parece como si las grandes multitudes que aparecían en las películas o en las revoluciones de principio del siglo XX no hubieran existido nunca. Es precisamente la combinación de técnica y medios de comunicación lo que hace que las masas no se encuentren en las calles sino ocultas, escondidas en sus células individuales, en sus casas, pero homogéneamente masificadas.

El objetivo de este segundo Taller ha sido reflexionar sobre conceptos que están modificando nuestras ciudades y paisajes debatiendo sobre los mismos desde una perspectiva diferente a la del Taller anterior. Las actuales comunicaciones, la sociedad-red: ¿qué nuevos espacios están generando?, ¿cuál es nuestra relación con ellos?, ¿cómo influyen estos cambios en las ciudades, en nuestro entorno?, ¿cómo realizar un proyecto de arquitectura con estas nuevas condiciones?

Las nuevas tecnologías de la comunicación han roto los principios de territorio y cercanía que han existido en las ciudades durante siglos. Las casas se encuentran interconectadas y abiertas entre ellas pero cerradas al espacio público. Se puede trabajar, comprar, vender, producir y consumir desde el propio domicilio. Lo público invade lo privado a través de los medios de comunicación y lo intimo se convierte en mercancía y espectáculo.

Propuesta para la fachada sur de Andújar

Las plazas, las calles, los mercados, espacios tradicionales donde se desarrolló la vida social han cambiado radicalmente. Donde antes había murallas ahora hay autopistas; los aeropuertos, las estaciones de autobuses, de ferrocarriles desempeñan el papel de las antiguas puertas de entrada a la ciudad.

La ciudad contemporánea encuentra serias dificultades para definirse y definir los lugares que le corresponden, ya no se entiende la ciudad tradicional como el conjunto habitado por una colectividad. Es la decadencia de la ciudad como polis, como expresión de la pérdida de influencia de la definición política frente a la definición económica y cultural. Surge una nueva forma de organización social: la ciudad a distancia. Una ciudad que modifica la organización espacial en sus diferentes escalas: la casa, la ciudad, el territorio, los paisajes...

La extensión de las redes de comunicación e información, la conciencia de que no existen límites al crecimiento energético del sistema junto con la nueva realidad nacida de la autonomía que da el automóvil hacen que el centro de la ciudad ya no sea una posición geográfica o física, sino el propio individuo, que decide utilizar o combinar elementos de una red en base a informaciones que a su vez produce y organiza.

La nueva sociedad ha dado lugar a una nueva forma de economía sin la cual habría sido imposible la implantación en todo el planeta del nuevo modelo de ciudad. Según Manuel Castells esta economía se caracteriza porque es informacional, es global y funciona en red.

La información siempre ha sido poder pero con las nuevas tecnologías se puede procesar y transmitir con mayor rapidez, por lo que la importancia del conocimiento se multiplica. Las economías trabajan como una unidad a nivel mundial, en tiempo real, a través de una red de interconexiones que las convierten en una sola economía global.

Una red es un sistema de relaciones organizado desde un determinado paradigma, con una información de casos y unos movimientos que se realimentan según la posición que se ocupe en la red y la incertidumbre que la posición genere respecto al paradigma. La red es un elemento de geometría variable, cambia de forma, de componentes, existe un núcleo estable y una periferia inestable que se conecta y desconecta de la red según sea o no necesario. Las redes tienen la ventaja de la flexibilidad o adaptación rápida a la demanda. Es posible, además, la coordinación y unidad de proyecto necesarias en las decisiones de las tareas que hay que realizar.

Úbeda y Baeza

Pero no existe una única red, hay miles de redes: la red Internet es un ensamblaje de más de dos mil redes interconectadas, la red Milnet es de uso exclusivamente militar, la red Erasmus es de tipo universitario, hay redes de bancos, de políticos, incluso hay redes del terror. El poder, la riqueza, la tecnología, la información, todo lo que cuenta se estructura en torno a una red global. La sociedad se organiza de una nueva manera.

La ciudad que genera esta nueva forma de organización social no está asentada sobre un territorio bidimensional, ni es reducible a un conjunto de volúmenes edificados sobre una planta, no existen perspectivas, ni zonificaciones, ni retículas. Es multidimensional por su propio diseño, para orientarnos es necesario recurrir a numerosas bases de datos. La ciudad es el nodo de una red que cuando se le aplica energía, transforma y destruye su anterior forma pero es capaz de reorganizarse para continuar funcionando dentro de la red.

En la nueva ciudad la distinción entre interior y exterior no tiene sentido, su orden está basado en estructuras arborescentes casi selváticas, anárquicas, tanto que en su crecimiento tienden al máximo desorden, como las propias redes. Las ciudades con sus desarrollos, verifican el segundo principio de la termodinámica, enunciado por Angrist y Hepler: “La entropía de un sistema y su entorno no decrece espontáneamente”. Es decir tienden al caos, un principio incluso sentenciado por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos cuando llega a decir que los ciudadanos “tienen derecho constitucional al caos en su libre expresión”.

Existen cantidades masivas de información y datos que el arquitecto debe manejar, ¿crearán los “datascapes” la arquitectura futura?, ¿todavía tiene sentido hablar de “lugar”?, ¿las redes construyen nuevos paisajes?.

Olivar jiennense

Todo el mundo sabe lo que es un paisaje...” decía Giner de los Ríos quizás porque como veíamos en el primer Taller es un concepto ambiguo y complejo que responde a varios significados, tantos como personas. Nos preguntábamos que arquitectura podía surgir de una sociedad cuyo vinculo con la naturaleza está rota y afirmábamos que sería necesario recuperar la relación clásica entre hombre y naturaleza.

El objetivo del arte ha sido la imitación de la naturaleza como un medio de superar la relación de inferioridad, casi de supervivencia, que el hombre ha tenido hacia ella. En la búsqueda de lo bello ha existido siempre un deseo de entender nuestras relaciones con el medio. En la actualidad la superioridad técnica del hombre (y su mala conciencia) ha colocado a la naturaleza como algo extraño que debe ser conservado y controlado, como los monumentos del pasado. Ni siquiera cuando los artistas minimalistas se acordaban de la naturaleza maximizando la entropía de sus obras con su land-art, establecían relación ninguna con ella porque..¿qué otra cosa podían hacer, visto que el segundo principio de la termodinámica promete un inexorable recorrido hacia una muerte estadística por calor?. La obra minimalista no transmite, no se da a conocer, no estimula la imaginación, es autista, se recrea en los placeres del caos pero poco tiene que ver con las características del arte clásico. Si no tiene sentido hablar de “lugar” tampoco lo tiene hablar de los “Non-Site” de Smithson.

Ha surgido el ecologismo como una forma de movimiento descentralizado, multiforme, articulado en red y omnipresente que intenta transformar la sociedad actuando sobre el papel de la ciencia y la tecnología, sobre el control del espacio y el tiempo, y sobre la construcción de nuevas identidades; lo local es lo que importa y se enfrenta a lo global que es lo que cuenta.

Frente a lo global hay una búsqueda de arraigo a través de la identidad; identidad que se superpone a las tradiciones históricas, los lenguajes y los símbolos culturales, una identidad que no tiene nada que ver con la nacionalista estatal o regional. Identidad como memoria porque sin ella no hay poesía, ni relación alguna con la naturaleza.

Lago de Braciano (Italia)


En esta situación no hay un paisaje en general, sino tantos como personas. No hay un yo sin un paisaje.

Mantenía Ortega y Gasset que el paisaje es aquello del mundo que existe realmente para cada individuo, es su realidad, es su vida misma. El individuo y el medio nacen el uno para el otro, la verdadera unidad que llamamos individuo está formada la mitad por si mismo y la otra mitad por su propio medio. Quizás por ello las claves para construir los nuevos paisajes sean las de asumir la heterogeneidad, reconocer las diferencias, promover la integración racial, reflexionar sobre ética y civilización. En definitiva entender el paisaje como un concepto moral.

Francisco Giner de los Ríos comentaba a Ortega y Gasset cuando hablaban sobre el paisaje: “yo no pienso como usted, pero como usted pensaba aquella admirable mujer doña Concepción Arenal. No olvidaré nunca que en cierta ocasión me decía: Desengáñese usted, con los paisajes ocurre lo que en las posadas de aldea. Cuando llega el viajero y pregunta a la posadera: “¿qué hay de comer” –la posadera contesta-:”Señor, lo que usted traiga”. Pues esto es el paisaje, lo que cada cual traiga.”


Baeza 2000

Sesión crítica final del Taller





















PAISAJES, REDES, COMUNICACIONES
II Taller Internacional de Arquitectura
Universidad de Sevilla, Dpto. Proyectos Arquitectónicos (ed.) Sevilla 2001.